A propósito del nombramiento de OBaama como presidente de los Estados Unidos, aquí les reproduzco un artículo del peródico estadounidense, RWOR
El día después de las elecciones:
La promesa del cambio… Y EL CAMBIO QUE NECESITAMOS
Fue imposible evitarlo la noche de las elecciones: la ciudadanía se tomaba las calles para celebrar la elección de un presidente, con mucha emoción, y lágrimas.
En los siguientes días, se hablaba de la esperanza con amigos y extraños por igual. La esperanza de que se aproximen tiempos de cambio después de los horrores de los años de Bush. La esperanza de que se deje atrás el racismo. La esperanza de una nueva era de servir al bien común.
De verdad es algo precioso la esperanza que se fundamenta en las verdaderas posibilidades del cambio fundamental en este mundo. Dedicarse la vida a algo más elevado que la ética de “yo quiero lo mío” es tan vital que el futuro de la humanidad de verdad depende de ello. Además, superar concretamente las divisiones sociales basadas en la desigualdad y la opresión tiene que estar al centro de un auténtico movimiento por el cambio social.
Bien, en los albores del día siguiente, hay que preguntarse y debatir francamente acerca de algunas cuestiones básicas y muy serias.
¿Esperanza para qué? ¿Servir a qué? ¿Unidad en torno a cuáles metas y cuáles valores? ¿Y una victoria para quién?
El cambio que él ha prometido
La mayoría de aquellos que celebraron en (sigue leyendo haciendo click aquí)“Soy suficientemente novato en el escenario político nacional como para servir de pantalla en blanco en que proyectan sus propios puntos de vista las personas de una enorme variedad de tendencias políticas” — Barack Obama, The Audacity of Hope
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