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Artículo centenario: La revista Agronomía

La “Revista Agronomía”

¿Cuáles pueden haber sido las causas y factores que pueden haber confluido para que haya sido creada la “Revista Agronomía”? ¿Qué fuerzas pueden haber provocado que estudiantes de la primera promoción de la ENAV (Escuela Nacional de Agricultura y Veterinaria) hayan tenido que crear un órgano de expresión estudiantil a solo dos años de creada la Escuela? El siguiente fragmento de la primera Editorial llamada por ese entonces “Nuestra Aparición” de Agronomía, escrita por su Director Fundador, Pascual Saco Lanfranco, nos da algunas ideas:

“Establecida la Escuela de Agricultura, sus progresos y adelantos pasan desapercibidos para la mayoría, ya porque como en toda obra de verdadero merito sus actos se realizan en silencio, ya por falsa idea que sobre su organización y fines se han formado muchos.”

“Mas hoy sus alumnos reunidos en Sociedad y dirigidos por un grupo entusiasta, se han propuesto dar á conocer, los conocimientos alcanzados, propender en la medida de sus fuerzas, á la mayor difusión de los métodos agrícolas científicos modernos; en una palabra tratar de ser útiles á las personas que sin pertenecer a la Escuela tengan en la agricultura su campo de acción.”

Podemos notar que ya a solo dos años de creada la ENAV la revista manifestaba una característica aun vigente de los estudiantes: la necesidad de ser útiles y no estar al margen de la problemática nacional, en el caso de la ENAV, desde la agricultura.

Otro fragmento de la misma Editorial nos puede ayudar a entender aun más las causas:

“Nadie puede poner en duda la necesidad, cada vez mayor, de extender los conocimientos agrícolas de nuestro país; pero no los conocimientos ordinarios que nos dejaron los Incas, sino los últimos adelantos científicos, que enseñan la manera de obtener producto de los terrenos que antes solo servían para imprimir las huellas del caminante…

Con la ciencia occidental como única forma de adquirir conocimiento, viendo resultados concretos que esta prodigaba, y ante la “ausencia” de otra forma de conocer y aplicar, es muy probable que los estudiantes hayan sentido suficiente confianza y, por tanto, la necesidad de exponer y socializar estos conocimientos. Demás esta decir que además que únicos los responsables directos de ello son los profesores de la Misión Belga[4] a quienes hasta hoy se les deben grandes aportes a la formación de una cultura científica en el Perú.

El mismo fragmento nos habla también de la inicial actitud de los estudiantes y de la ENAV hacia los conocimientos dejados por los Incas, al cual califican de ordinario. Ello se entiende si se considera el extracto social de estos: hijos de latifundistas, miembros de la clase dirigente peruana y educandos de profesionales europeos.

Sumado a todo ello, la Revista manifiesta una preocupación que consideramos como una de las más importantes inquietudes que han tenido los estudiantes universitarios: la de no quedarse en la implicancia técnica del conocimiento adquirido, sino de entenderlo en un contexto mucho más amplio. Al respecto, tenemos:

“Además de la instrucción pública, vamos á indicar algunas de las necesidades que tiene nuestra agricultura”.

“Causa evidente de retraso es el carácter sumamente extensivo de sus cultivos, ocasionado por la reunión de la propiedad de grandes terrenos en una sola mano. Inmensas extensiones de terrenos, cuando no abandonados, podrían aumentar la producción, dando mayor amplitud al principio de la división de la propiedad rústica y del cultivo extensivo, su consecuencia.”

Esta será una constante de “Agronomía” que la caracterizará por mucho tiempo. De este modo tocará temas referidos a la escasez de agua en la costa, la falta de mano de obra, de un Banco Agrícola, etc. Posteriores direcciones tocarían temas relacionados a la importancia de las irrigaciones, el fomento de la ganadería, el problema de la erosión de los suelos, la inmigración, etc., y así siempre problematizando sobre la agricultura concebida como un cuerpo compuesto por elementos sociales, económicos y políticos, y la aplicación de los conocimientos producidos en la ENAV.

Concibiéndose como parte de una totalidad, “Agronomía” critica la situación de la Universidad y manifiesta su posición respecto a cuál debería ser el papel y la relación de ésta para con la agricultura[5] y la sociedad. Como muestra de ello, tenemos:

“Nuestro país, no ofrece la unidad de medio que otros tienen… es por esto que nuestros métodos de explotación tienen que ser estudiados de acuerdo con esas condiciones.”

“Si el fruto de esas observaciones y conclusiones deducidas de la experiencia permanecen siendo patrimonio único de quienes la realizan, la agricultura peruana no ganará gran cosa.”

Edición nº 13 de 1938

“…tenemos que contemplar la necesidad ineludible de hacer que la Escuela evolucione con el mismo ritmo que las necesidades de la Agricultura del país, porque en caso contrario quedaría irremisiblemente rezagada.”

Edición nº 17 de 1939

“Debemos tener tanto agrónomos investigadores, experimentadores o científicos, como agrónomos técnicos… conocedores de la realidad agropecuaria.”

Edición nº 29 de 1943

“Si bien es cierto que el país requiere de profesionales, no por ello se pretende superpoblarla por encima de su capacidad y posibilidades. Es imperativo, dentro del plan de reformas en que están empeñados tanto profesionales hábiles como alumnos, encontrar otra solución a la demanda cada vez mayor de vacantes; quizás si lo más recomendable es la creación de nuevas facultades de Agronomía en otros lugares del Perú, de modo a reducir a un numero inferior de alumnos las enseñanzas que se imparten en La Molina.”

Edición nº 91 de 1957

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[4] La Misión Belga es el grupo de profesores de la Universidad de Gembluox que conformaron la primera generación de docentes de la ENAV, muchos de ellos recién se habían graduado.
[5] Entiéndase que hasta la primera mitad del siglo XX para la UNAV y el Estado Agricultura fue casi siempre sinónimo de producción latifundista.

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