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Primera editorial de la revista Agronomía, 1904

Pág. 1

 

Año 1                                 Lima, Julio de 1904                                         N 1

 

Nuestra aparición[1]

 

Establecida la Escuela de Agricultura, sus progresos y adelantos pasan desapercibidos para la mayoría, ya porque como en toda obra de verdadero merito sus actos  se realizan en silencio, ya por falsa idea que sobre su organización y fines se han formado muchos.

Mas hoy sus alumnos reunidos en Sociedad y dirigidos por un grupo entusiasta, se han propuesto dar á conocer,  los conocimientos alcanzados, propender en la medida de sus fuerzas, á la mayor difusión de  los métodos agrícolas científicos modernos; en una palabra tratar de ser útiles á las personas que sin pertenecer a la Escuela tengan en la agricultura su campo de acción.

Así, al mismo tiempo el estudio constante de las diversas  cuestiones promovidas, dará lugar á la especialización de los alumnos en las variadas materias que comprende la Ciencia Agrícola.

Para conseguir nuestro fin contamos con el decidido apoyo y - (Pág. 2) la colaboración de distinguidos Ingenieros Agrónomos, profesores de la Escuela.

Nadie puede poner en duda la necesidad, cada vez mayor, de extender los conocimientos agrícolas de nuestro país; pero no los conocimientos ordinarios que nos dejaron los Incas, sino los últimos adelantos científicos, que enseñan la manera de obtener producto de los terrenos que antes solo servían para imprimir las huellas del caminante, cuando no para servirle de tumba.

Admira como la mayoría de nuestros campos rinden productos apreciables, pudiendo competir con los extrangeros, empleándose métodos anticuados. Solo la inmensa fertilidad del suelo permite.- ¡Cuán grande no será la producción el día que se extiendan los métodos modernos!

El establecimiento de la Escuela de Agricultura, la aprobación por el Congreso del proyecto y partidas del presupuesto para la formación de una Granja modelo, los importantes proyectos sobre estaciones agronómicas y otros, manifiestan el interés con que los Poderes Públicos miran el desarrollo de la agricultura.

Además de la instrucción pública, vamos á indicar algunas de las necesidades que tiene nuestra agricultura:

Causa evidente de retraso es el carácter sumamente extensivo de sus cultivos, ocasionado por la reunión de la propiedad de grandes terrenos en una sola mano. Inmensas extensiones de terrenos, cuando no abandonados, podrían aumentar la producción, dando mayor amplitud al principio de la división de la propiedad rústica y del cultivo extensivo, su consecuencia.

Dificultad de no pequeña monta, es la falta de agua en nuestra costa, problema de solución mucho tiempo buscada, es la irrigación de ella. La atención que le dedica el ilustrado actual Minis- (Pág. 3) tro de Fomento hace esperar que no está lejano el día en que llegue el agua á fertilizar las inmensas pampas hoy incultas.

La inmigración, he allí una urgente necesidad de la Agricultura.-Hecho conocido es el rápido abandono que los pobladores de los campos hacen de sus antiguas residencias, sobre todo en las proximidades de las poblaciones: atraídos por los mayores salarios se establecen en las ciudades, cuyas industrias rinden mayor remuneración á sus esfuerzos.- la inmigración hará desaparecer la escasez de brazos; pero, ante todo, es necesario que la aplicación de los métodos científicos de cultivo permitan obtener mayores rendimientos de las plantaciones, lo que permitirá elevar los salarios de los obreros.

Otra necesidad de ineludible satisfacción es el establecimiento de un Banco Agrícola que haciendo préstamos sobre la propiedad rústica, o adelantos sobre las próximas cosechas, permita al agricultor hacer frente á sus imperiosas necesidades sin acudir á ruinosas operaciones. Permitirá extender los cultivos, movilizando los capitales.

Trabajo y progreso es nuestro programa. Improba es la tarea, débiles nuestras  fuerzas, más, grande es nuestro valor y confianza en la benevolencia de nuestros lectores.

Al aparecer por primera vez, ponemos nuestras columnas á disposición de todas las personas interesadas por el progreso agrícola quieran honrarnos con su colaboración ó con datos sobre las industrias rurales.



[1] Transcrito por Abel Zavaleta Ortiz exactamente según el hasta hoy único original ubicado en la Biblioteca Nacional del Perú. 2004.

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