Nunca fui criado con música criolla. Desde pequeño identifiqué tal ritmo con la oligarquía o la pituquería limeña, esa que se cree dueña del Perú pero que nunca tuvo huevos para defender la soberanía. En mi juventud alimenté tal posición reafirmandome en mi origen andino. Sin embargo, en mi vida universitaria cuando escuchaba y no me cuadraba esa canción "Yo no soy de aquí: soy de la molina" escuché a Nicomedes San Cruz y su canción de "A La Molina no voy más", sí, a esa hacienda en la que hoy subsiste la UNALM. Entonces me pregunté ¿Toda la música criolla se ha desentendido de la realidad nacional? Desde entonces empecé a buscar y buscar. Mi sorpresa ha sido grande, supe de la canción "El plebeyo" de Felipe Pinglo y otras canciones más de otros autores. Luego escuché más de la música afroperuana y mayor fue mi sorpresa. Mi sectarismo y dogmatismo para valorar la música en muchos sentidos la he superado. Al igual que con Neruda en Chile, creo que la gran burguesía exalta de ciertos miembros de la sociedad lo que mejor se acerque a sus sentimientos reaccionarios e individualistas. Chabuca tiene muchas canciones de amor, de un amor sin mayor trascendencia, Neruda igual, pero tanto el uno como el otro, le han cantado también al sentimiento revolucionario ¿Puede existir mayor muestra de ello que Chabuca le cante al joven poeta revolucionario del Markhan Javier Heraud y Neruda a nuestro Mariategui? El verdadero Perú es mucho más complejo y amplio de como nos lo muestra nuestra oligarquía y burguesía burocrática. La música criolla debe ser analizada críticamente tanto estéticamente como en contenidos para ponerla en un nuevo nivel y sumarse a la peruanización del Perú. Feliz día de la canción criolla y también, por qué no, recordemos el día de la brujas, pero las miles de "brujas" quemadas por la iglesia por pensar diferente al igual que hoy los estados burgueses condenan a cadena perpetua a todos los catalogados bajo el nombre de "terroristas".
Nunca fui criado con música criolla. Desde pequeño identifiqué tal ritmo con la oligarquía o la pituquería limeña, esa que se cree dueña del Perú pero que nunca tuvo huevos para defender la soberanía. En mi juventud alimenté tal posición reafirmandome en mi origen andino. Sin embargo, en mi vida universitaria cuando escuchaba y no me cuadraba esa canción "Yo no soy de aquí: soy de la molina" escuché a Nicomedes San Cruz y su canción de "A La Molina no voy más", sí, a esa hacienda en la que hoy subsiste la UNALM. Entonces me pregunté ¿Toda la música criolla se ha desentendido de la realidad nacional? Desde entonces empecé a buscar y buscar. Mi sorpresa ha sido grande, supe de la canción "El plebeyo" de Felipe Pinglo y otras canciones más de otros autores. Luego escuché más de la música afroperuana y mayor fue mi sorpresa. Mi sectarismo y dogmatismo para valorar la música en muchos sentidos la he superado. Al igual que con Neruda en Chile, creo que la gran burguesía exalta de ciertos miembros de la sociedad lo que mejor se acerque a sus sentimientos reaccionarios e individualistas. Chabuca tiene muchas canciones de amor, de un amor sin mayor trascendencia, Neruda igual, pero tanto el uno como el otro, le han cantado también al sentimiento revolucionario ¿Puede existir mayor muestra de ello que Chabuca le cante al joven poeta revolucionario del Markhan Javier Heraud y Neruda a nuestro Mariategui? El verdadero Perú es mucho más complejo y amplio de como nos lo muestra nuestra oligarquía y burguesía burocrática. La música criolla debe ser analizada críticamente tanto estéticamente como en contenidos para ponerla en un nuevo nivel y sumarse a la peruanización del Perú. Feliz día de la canción criolla y también, por qué no, recordemos el día de la brujas, pero las miles de "brujas" quemadas por la iglesia por pensar diferente al igual que hoy los estados burgueses condenan a cadena perpetua a todos los catalogados bajo el nombre de "terroristas".
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