Salgamos del estatu quo dominante
Sobre la separación del profesor de estadística, Morales, acusado de actos contra el pudor y tocamientos indebidos
Aun puedo recordar el día en que por toda la universidad había afiches alusivos a una denuncia sobre “acoso sexual” por parte de un docente de química orgánica y jefe de varias instituciones de la Agraria, “un hombre muy respetado” a decir de sus colegas.
Un primer ejemplo de lucha
La estudiante denunciante era J.M. de agronomía. La indignación del caso, el desdén de las autoridades y la ineptitud los dirigentes estudiantiles, hicieron que el ímpetu de la juventud de Jessica se tradujera en una fuerte campaña mediática que develó las actitudes enfermas de un minúsculo grupo de profesores que, por ser cercanos a los grupos de poder de facto de la Agraria, eran intocables.
La lucha de nuestra compañera duró casi un año, tiempo en el cual se pudo saber que el profesor en cuestión tenía ya antecedentes de denuncias efectuadas por sus propias secretarias en las distintas organizaciones donde éste era jefe.
Recuerdo que una tarde, poco antes de iniciar la huelga por la homologación, una chica de cabello largo se me acercó para preguntarme de qué trataba el boletín que como estudiante de base publicábamos con otros chicos, era J.M. quién nos pedía que publiquemos su caso, dijimos que sí, me dejó sus datos pero no la vi más.
Meses después, en el Chat, me di con la sorpresa de encontrarla. Cuando le pregunté si nos podíamos ver respondió que no porque se encontraba en el país. Había decidido partir. Una mujer en el mejor momento de su vida decidió dejarnos.
Decido ahora enviarle este mensaje que seguramente leerá en unos minutos desde Australia. Queremos hoy que sepa que la lucha por la defensa de los derechos y la dignidad de la mujer no ha terminado y más bien, gracias a su ejemplo de lucha, hoy ha dado frutos.
Era una perfecta desconocida
…de esas estudiantes que -a decir también de ella- no sabía bien que era la FEUA o la diferencia de esta con la Mesa Directiva de la FEUA. No quiso saber de los gremios y desde que ingresó a la Agraria no hizo algo por acercarse a estos… hasta que le tocó vivir algo que nunca se lo desearía a otros.
Fue una tarde cuando pidiéndole asesoría académica a un profesor de estadística, el profesor Fidel Morales, éste terminó insinuándosela e intentando sobrepasarse.
Eso fue en el verano de este año, 2009. Los pocos dirigentes y estudiantes de base del Grupo de Trabajo de la FEUA y el CCFF de Agronomía, tomaron el caso. Publicaron la denuncia, y movieron la opinión pública hasta que llegó a conformarse el Tribunal de Honor. Hubo de todo, como informales citaciones vía e-mail que, sin aclararlo eran para testimoniar ante el Tribunal de Honor; la forma irregular del careo entre la estudiante con el denunciado sin antes tener la aprobación de un profesional de la materia que pueda aprobar el desarrollo de la confrontación sin que le quede secuelas a la agraviada.
No era fácil y dejando sus deberes de estudiante, tuvo que buscar las formas para defender su dignidad, como buscar pruebas que certifiquen su denuncia ante un caso tipo en el cual el acosante no actúa en sitios abiertos. Y aunque el pedido del examen psiquiátrico jamás se hizo, se pudo armar un expediente importante con casos anteriores que no habían sido resueltos pero que ahora aquellas chicas también agraviadas querían terminar.
Han pasado ya varios meses de cumplido el plazo el Tribunal de Honor y, a pesar de todo, la razón y los hechos pesaron más que el abuso y la corrupta solidaridad de quienes tienen el poder en la Agraria.
Un balance preliminar
Se ha separado a Morales, quien ya tenía dos antecedentes constatados por la Defensoría del Pueblo. Este triunfo es un triunfo de quienes callaron alguna vez pero que decidieron solidarizarse y denunciar el abuso. La mujer en la Agraria ha dado un gran paso, los gremios han cumplido con su función de movilizar las conciencias, resolver problemas y ser útiles. No obstante, queda aun mucho por luchar, aunque primero tengamos que hacer un balance.
Primero, debemos ver que aunque difícil, ha sido menos complicado lograr separar a Morales porque este es un simple profesor contratado, o sea, del sector de la docencia más explotado y sometido de algún u otro modo por los nombrados . Aun así, no fue tan rápido porque de todos modos han calculado el precedente que creará.
Segundo, que si no hubiese sido la alumna tan decidida, no se hubiera podido hacer algo. Además de la solidaridad de las estudiantes que también fueron víctimas de este hecho con el mismo docente.
Tercero, a pesar de la crítica de las autoridades, fue una importante estrategia el mover el tema externamente e involucrar a instituciones como DEMUS, la Defensoría del Pueblo, entre otros, que además ayudaron a entender el marco jurídico que compete a estos casos.
Cuarto, que se haya presionado a los dirigentes para que asuman su verdadera función y no le teman a la amenaza. Y que estos supieran combinar el marco jurídico externo con el interno para que, un problema que normalmente se toca en privado, no sea cerrado sino que se haga público para poder ser más fuertes en el proceso con la opinión pública de nuestro lado.
El balance es sumamente positivo no solo por el caso particular, sino por el precedente y el mensaje que se deja a las autoridades corruptas: que los estudiantes estamos organizándonos y contamos con experiencia y valentía.
Pero hay lecciones que sacar como que el proceso ha evidenciado lo preocupante que son este tipo de hechos no solo porque son más comunes de lo que se piensa sino por las secuelas que vienen dejando en nuestras compañeras.
Queda seguir impulsando las campañas de asesoría de la mujer (aunque también a los varones les pudiera suceder) iniciada en la “I semana del Kchimbo” para que, a la larga, cualquiera pueda prepararse y sepa enfrentar este tipo de abusos tanto como otros. Para ello es necesario conformar grupos temáticos y especializados pero que no caigan en la separación de roles. Tanto varones como mujeres debemos participar.
No se trata solo de prepararnos ante este tipo de situaciones, sino también para dar solución a otras formas de discriminación como las oportunidades de empleo a solo varones. Y, en todo esto, los gremios deben asumir su función, responsabilidad y los estudiantes de base de igual modo el suyo.
Muchos temas pendientes pero en todo caso, mínimo, iniciemos el debate, ahora solo toca celebrar, por J.M. y todas aquellas que sufrieron este tipo de cosas, pero, aun más, reflexionar sobre la situación de las miles de mujeres que viven en la miseria, la discriminación y la pobreza de un sistema que las oprime tanto como a los varones mismos.
La mujer tiene que luchar por lo que le corresponde,
no en defensa del libertinaje y el individualismo,
sino en defensa de la igualdad de varones y mujeres,
y el derecho por transformar juntos este mundo
en el que unos pocos quieren crecer a costa de muchos.
Salgamos del estatu quo dominante, Iniciemos la emancipación de la mujer
no en defensa del libertinaje y el individualismo,
sino en defensa de la igualdad de varones y mujeres,
y el derecho por transformar juntos este mundo
en el que unos pocos quieren crecer a costa de muchos.
Salgamos del estatu quo dominante, Iniciemos la emancipación de la mujer
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